El pasado lunes 2 de febrero escuché en la TV la noticia del suicidio de una persona que hacía unos 5 o 6 años le habían tocado unos cuantos millones de euros en la lotería; relataban que se había hecho una nueva casa, se había comprado varios coches, etcétera, lo que pudo suceder para que ese hombre llegara a suicidarse después de poseer tanta riqueza y de tener tantos bienes materiales (que muy pocas personas tienen), solo lo pudo saber realmente él.

En la tarde del domingo 1, cuando finalizaba el curso que organizaba el Teléfono de la Esperanza denominado Conocimiento de sí mismo , mi sentimiento en ese momento fue --y así, lo expresé--, el de que me consideraba una persona rica . Durante el transcurso del mismo, tuvimos ocasión de indagar en nuestro interior, aflorando multitud de sentimientos, que creo a todos nos enriquecieron; hubo momentos de reflexión, de paz, de alegría y también de tristeza; hubo intercambios de pequeños regalos no materiales entre los participantes que llegaron hasta el corazón; hubo escuchas, entrega y disposición hacia el otro, comprensión y ayuda mutua, en fin una serie de valores que hicieron trabajar nuestro interior, como paso previo para buscar el equilibrio personal.

Para finalizar invitaría a todo el mundo, por una parte a dedicar un minuto por la mañana y otro por la tarde, a cerrar los ojos y a respirar conscientemente ; y por otra, a asistir a los cursos que organiza el Teléfono de la Esperanza.

Miguel Angel García Moreno **

Cáceres