Con estas palabras quiero hacer un homenaje a Joaquina, una mujer de mi pueblo, Huerta de Ánimas, activa, vivaracha, agradable, que siempre tiene una palabra amable para todos, una sonrisa, una amena conversación y que se interesa por la gente, que tiene un cumplido siempre a flor de piel, que recuerda lo bueno de cada persona, y es capaz de decir a quien se encuentra, la palabra más amable, la frase más optimista.

Y quien habla con ella se lleva luego una parte del alma de Joaquina consigo, y se lleva también su sonrisa en los labios, y algo de su vitalidad y de su alegría.

Joaquina es una mujer por la que los años no pasan. Es como un Dorian Grey en femenino, pero sin tragedia, donde el alma, siempre joven se asoma a su mirada, a su vida, a su historia, con una actitud de amor y de fiesta.