El clásico está ahí para recordarnos que a Papas, emperadores y prelados, así los trata la muerte como a pobres pastores de ganado, pero la gente común, la del sentido común, se pregunta si no es lo mismo con el coronavirus y por qué los criterios de los expertos no se aplican al rey, que se hizo la prueba sin haber estado en contacto con ningún afectado, o al gobierno y a la reina, a no ser que todos ellos tuvieran síntomas, que no parece ser el caso.

Eso la gente con sentido común, la que está confinada en sus casas, la mujer que se cuida y comprará el barro por Amazon aunque le quede un poco naranja, los docentes que ya están montando sus clases por plataformas, poniéndose en contacto con los padres por Rayuela y acompañando on linea los muchachos para que se conecten a Classroomy a Librarium y continúen con su horario normal en su rutina enclaustrada, la profesora de Pilates que ha suspendido las clases y escribe a sus grupos para que se conecten por Hangouts y hagan el ejercicio tan saludable desde sus casas, los profesionales que se han montado el chiringuito doméstico, se han llevado hasta la torre al cuarto de estar y cumplen con rigor con su obligación, la España de la rabia y de la idea, la de las empresas que ofrecen megas gratis o se conectan en abierto, o donan hoteles para hospitalizarlos o crean plataformas educativas para que los peques aprendan mientras se aíslan. Luego están los otros, los que se escapan a la playa, los que, mientras se cierran los bares en Arroyo, llenan las terrazas en Cáceres, los que ofrecen fiestas baratas en las discotecas, los que arrasan los supermercados, esos potenciales focos de infección. La otra España, cutre, inconsciente y egoísta.

Es cosa humana buscar culpables, y muy española, a veces, pensar que somos los peores. Pero yo creo que no es la hora ahora de eso. En China, en Corea, en Japón, en Italia se vieron desbordados igual que aquí, y aunque la gestión se haya llevado de modo muy cuestionable es hora en el momento crítico de aunar esfuerzos. Cada uno y con responsabilidad. *Profesora