WEw l presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, atraviesa las horas más bajas desde que llegó al poder en marzo del año 2004. Por eso ayer el comité federal del Partido Socialista arropó a su líder, que está encajando ataques desde todos los flancos, desde el fuego amigo de sus aliados tradicionales hasta el fuego enemigo de sus adversarios de siempre.

Zapatero ganó unas elecciones generales a la primera, cosa nada habitual, menos de cuatro años después de hacerse por sorpresa con el timón del PSOE por una ajustada diferencia de nueve votos. Pese a todo lo que se ha dicho y escrito, su victoria en el 2004 no se debió exclusivamente a los terribles atentados del 11 de marzo, sino que fue una consecuencia de los estropicios causados por el expresidente del Partido Popular José María Aznar en sus cuatro años de mayoría absoluta. Desde el principio, Zapatero sorprendió: hizo una oposición suave frente al peor Aznar --fue llamado Bambi-- y suscribió con el PP el pacto antiterrorista.

Pero después el Bambi se transformó en el Bambi de acero, como lo definió Alfonso Guerra; tomó valientes decisiones, como la retirada de Irak, y asombró a Europa con el reconocimiento acelerado de una serie de derechos sociales --matrimonio homosexual, por ejemplo-- que en venerables democracias europeas todavía no existían.

La economía española, además, crecía muy por encima de la media europea, el paro real prácticamente había desaparecido en nuestro país, llegaban millones de inmigrantes y España exhibía un inusual superávit frente a los déficits crónicos de los países vecinos.

Volvió a ganar a quien lo había calificado de ±bobo solemneO, pero todo se ha hundido en un año. Zapatero, que en abril del 2004 sacaba 10 puntos al PP y tenía un saldo positivo de 39 puntos en el nivel de confianza, ha llevado al PSOE a estar 1,2 puntos por detrás del PP y su saldo de confianza es de 38 puntos negativos. Solo el 30% de los españoles confía en él.

¿Era Rodríguez Zapatero un genio que se anticipaba a los tiempos, como se decía antes, o es un frívolo que solo improvisa, como se dice ahora? La crisis que vivimos ha dejado al rey desnudo y ha destapado su errática política para hacerle frente, al tiempo que convertía en patético su optimismo antropológico. A Zapatero se le critica que gobierna sin consultar a casi nadie y sin dejarse aconsejar. Por eso mismo el futuro depende de él. Solo el tiempo dirá si es aún capaz de restaurar su liderazgo y enderezar el rumbo o si ha emprendido ya el camino de la derrota.