Tras ver unas imágenes de la pasarela Cibeles me indigna que otra vez renazca la crueldad fingiendo ser moda. Me refiero al uso de pieles de Javier Larrainzar y Miguel Palacio en sus diseños, y el ignorado horror que hay detrás de cada prenda o adorno de piel. No son mis palabras, sino el resumen de investigadores suizos que lograron entrar en las granjas peleteras de China, país que es actualmente el principal país exportador mundial de pieles. Las condiciones de vida en las granjas chinas vulneran las normas más elementales de bienestar animal y sus muertes son inimaginables: muchos son despellejados vivos mientras aún están conscientes, durante más de 10 minutos, antes de sufrir una muerte lenta y llena de agonía. Los diseños de las pasarelas acaban en las tiendas de toda España y promueven el uso de pieles con la más profunda indiferencia en relación al sufrimiento de otros seres vivos completamente capaces de sentir dolor, miedo y terror.

Susannah Garton **

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