TGtadafi fue acosado y perseguido por una multitud de bestias marcadas a sangre y fuego por cuatro décadas de vejaciones y atrocidades, hombres convertidos en ratas furiosas. Descubierto cuando se escondía en una tubería maloliente como otra rata más, intentó en vano escapar del definitivo naufragio del barco hundido en espantoso desastre. Fue maltratado, escarnecido, golpeado y asesinado por una jauría humana, que él había creado a su imagen y semejanza. Todo el odio, la furia, la maldad, la injusticia, la irracionalidad, la ausencia de piedad, respeto, o mínima consideración por la naturaleza humana que había prodigado a diestro y siniestro en cuarenta y dos años de dictadura, primero revolucionaria nacionalista árabe prosoviética de extrema izquierda y luego régimen de masas, en cuyo esperpéntico guía se había constituido por la conjunción de saña y terror, le fue devuelto y multiplicado ciento por uno. Y en su ciudad natal fue a morir a manos de un pueblo de hombres que a fuerza de ser tratados como animales acabaron actuando como tales.

Las brutales imágenes del ser humano linchado, ensangrentado, semidesnudo fotografiado por decenas de teléfonos móviles sostenidos febrilmente por anónimas manos, ansiosas de inmortalizar como trofeo la imagen del cadáver ultrajado, constituyen la mejor parábola de este enloquecido siglo XXI, uno más en la inacabable historia de la escandalosa maldad humana. Una humanidad que en Oriente y Occidente, globalizada por la inmediatez de internet, sigue idéntica a aquella tan primitiva, cuando Vlad el Empalador ejercía su diabólica vesania. El primer cadáver de la Primavera árabe, a la que no contemplo tan esperanzadamente como muchos si sus primeros pasos se dan entre la crueldad y el salvajismo. Occidente y la OTAN saben muy bien que sin su ayuda, el histrión no habría sido liquidado, pero deben recordar también cómo se paseaba el esperpento disfrazado hace pocos años recibiendo regalos, estrechando manos y repartiendo ósculos. Y que el mundo tampoco es hoy un lugar mejor porque haya muerto Gadafi.