Las obras del hospital San Pedro de Alcántara continúan dando que hablar siete años después de iniciarse. La llegada del calor ha sorprendido sin aire acondicionado a este centro que, día tras día, deja entrever innumerables defectos causados por los años de parcheos millonarios en sus instalaciones. El actual estado de la residencia cacereña es el principal reclamo de un nuevo nuevo hospital que hoy resulta necesario. Nadie parece estar a salvo de las anomalías que sufren estas dependencias, ni el personal sanitario, administración, técnicos, ni siquiera los pacientes que, durante años, han sufrido las molestias que toda obra ocasiona en un centro de estas características. El San Pedro parece haberse acostumbrado a vivir con las obras y, pese a los esfuerzos de sus responsables por delimitar los espacios, resulta habitual ver cómo personal sanitario y personal de obra comparten las mismas zonas dentro del hospital. Esta circunstancia ha obligado a extremar las medidas de asepsia que, como en el caso del aire acondicionado, añaden molestias tanto a los pacientes, familiares y el personal de la residencia. La eterna condición de edificio en obras del San Pedro hace más prioritario que nunca el nuevo hospital.