Profesor

Más de un autor clásico comparó la vida de los políticos con la de los animales de la naturaleza y así, siguiendo esta literaria costumbre, no puede uno sino acordarse de aquel dicho de que: "Hay pájaros como el cuco que pone los huevos en un lugar y canta en otro".

Imitando a esta curiosa ave, Aznar vuela súbito desde Madrid a Brasil durante el debate de los presupuestos, el momento más crucial del año político junto al debate de Estado de la nación para, desde aquel paradisíaco bosque humano, hablarnos de historias surrealistas sin concretar nada.

Ruiz Gallardón nos sorprende con una subida de impuestos en su nido de Madrid capital, cuando su reciente presidenta de comunidad doña Esperanza o don Montoro y todo el PP nacional nos han cantado , desde el árbol de las maravillas económicas populares, que no se subirían.

Hay cantores escondidos en su bélico nido, como Trillo, que no tiene narices para volar y salir a explicarnos las mil y unas controversias del triste asunto del avión estrellado con militares españoles, mientras los familiares claman con tanta desvergüenza y abandono.

Hay también cantores regionales populares extremeños que se jactan de ir de pueblo en pueblo con exigencias y soluciones de gran vuelo --incendios forestales del último verano-- y la hora de la verdad y una vez acomodado en su nido de Madrid ¡ay Madrid!, no tienen agallas para votar soluciones de enjundia para nuestra tierra como hubiera podido ser la declaración de zona catastrófica para unas comarcas donde durante años muchas aves, incluidas el cuco de verdad, no podrán anidar.

¡País de cucos, huevos y nidos chungos!