El cardenal Rouco ha sido reelegido presidente de la Conferencia Episcopal y va camino de superar al cardenal Tarancón como el presidente que más años ha ocupado el cargo. A Rouco, un gran desconocido, en buena parte por culpa suya, le quedan seis meses para jubilarse , pero es muy probable que el Papa Benedicto XVI le mantenga incluso hasta que termine su mandato.

Rouco es una voz sólida, eclesial y comprometida, pero seguramente demasiado encerrada en sí misma. O demasiado encerrada --¿protegida?-- por su entorno. Y sus mensajes, casi siempre, son más defensivos que propositivos, más negativos que esperanzadores, más de denuncia que de propuestas de renovación. Nadie le pide que renuncie a la esencia de la fe, pero sí que la adapte a los nuevos tiempos, a los jóvenes, a la vida que hay en las iglesias y fuera de ellas. Está cercana la Jornada Mundial de la Juventud. La Iglesia lleva muchos años perdiendo la batalla de la comunicación. Y su misión es, precisamente esa, llevar la buena noticia a todo el mundo.

Se ha notado mucho en el discurso inaugural de la Conferencia que le ha reelegido. Rouco ha dicho que "Jesucristo sigue siendo muy poco conocido", pero ha demonizado duramente la redes sociales. Para el presidente de la CEE, la Red expone a los jóvenes a las propuestas e influencias desorientadoras del "relativismo y la indiferencia ante el bien y añade que las redes sociales propician un estilo de vida virtual, vacío paradójicamente de encuentros y de relaciones verdaderamente personales". Ni una palabra positiva sobre unas redes sociales que pueden dar problemas pero que, paradójicamente, son fundamentales en la movilización de los jóvenes que en agosto se van a encontrar en Madrid con Benedicto XVI.

Y sobre todo se contradicen absolutamente con la propia opinión del Papa que hace apenas cuarenta días invitaba a los católicos a sumarse a las redes sociales. ¿En qué quedamos? Para Ratzinger, las redes sociales deben servir para que "los católicos den testimonio coherente en el propio perfil digital" y les pide que sean "concordes con el Evangelio en el modo de comunicar preferencias opciones y juicios". Existe, dice el Papa en su mensaje con motivo de la 45 Jornada de las Comunicaciones Sociales, "un estilo cristiano de presencia también en el mundo digital", caracterizado "por una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro". Benedicto XVI sigue escribiendo a mano, pero su Pontificado se ha creado canales en Youtube y el portal pope2you.net y las noticias del Vaticano llegan a través del Iphone y de Facebook. "Nace un nuevo modo de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión", dice Benedicto XVI. No hay que tener miedo a nada. Al revés, hay que estar en vanguardia para contar la buena noticia. Eso es evangelización.