TSti hay algo reseñable de la gestión de Zapatero , es la capacidad para generar problemas allí donde no los había y la capacidad para enfrentar a ciudadanos de un territorio con los de otras zonas de España. Zapatero ha conseguido dividir a los españoles en ciudadanos de primera y de segunda, ha logrado dinamitar el modelo de Estado y ha vulnerado los principios de igualdad y de solidaridad interterritorial.

El Consejo de Ministros ha aprobado por real decreto-ley la "conducción" urgente de agua a Barcelona a través de una tubería por la autopista AP-7 que "no será desmontable". El Gobierno se aligeró en comparecer, para destacar, que no se va a hacer ningún trasvase, que no se sacará ni una sola gota del agua del Ebro y que es una medida de carácter excepcional; algo de dudosa credibilidad, si la infraestructura que van a instalar va a ser permanente."Conducción de agua", este es el nuevo término lingüístico de moda elegido por el PSOE y que viene a sumarse a otras brillantes expresiones como "transferencia de excedentes" o "captación hídrica temporal".

El Diccionario de la RAE define trasvasar como "pasar un líquido de un recipiente a otro", pero debe ser que para Zapatero, construir una tubería para llevar agua del Ebro a Barcelona es otra cosa. Cataluña necesita agua pero ¿debe el Estado volcarse en solucionar este problema? Pues evidentemente sí. Pero también debe volcarse el Gobierno en atender las peticiones y las reivindicaciones de los millones de españoles que llevan años reclamando agua desde la Comunidad valenciana, desde la región de Murcia, desde Almería y desde otros puntos de España. La actitud del Gobierno de Zapatero ofende a cualquier ciudadano con sentido común. El modo de reaccionar del PSOE, deja entrever una vez más, que cuando los nacionalistas alzan la voz, todo el mundo en la Moncloa se cuadra.

España y sus ciudadanos no pueden vivir gobernados a salto de mata. El Gobierno debe; establecer prioridades, aclarar qué criterios se siguen a la hora de tomar determinadas decisiones, aclarar qué criterios se utilizan a la hora de efectuar inversiones o a la hora de solucionar problemas. De lo contrario, la sensación que tenemos millones de españoles es, de que hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Por tanto, ¿agua para Cataluña?, sí, pero también para Valencia, Murcia, Almería y para todas aquellas regiones que lo necesiten. ¡Sí a los principios de igualdad y solidaridad interterritorial! Desde el PP decimos ¡Agua para todos! Eso es lo que pretendía el PHN que Zapatero derogó en el 2004.

*Diputado portavoz Medio Ambiente PP.