He leído que la Eurocámara tiene sobre la mesa una propuesta presentada por el Partido Popular Europeo consistente en ofrecer un billete gratuito de tren para viajar por 30 países de Europa a las personas que cumplan 18 años de edad, al objeto de poner freno al elevado nivel de desafección sedimentado entre la juventud respecto a las instituciones europeas. Sin embargo, las encuestas indican que no fueron precisamente los jóvenes quienes se decantaron de manera mayoritaria por el sí del Reino Unido al Brexit. Entonces, ¿sería conveniente extender acciones similares tratando de seducir al resto de ciudadanos, o acaso no importa la desconfianza sentida por abuelos, padres y hermanos mayores al ver como vuelan las tejas, se rompen los cristales y desconchan las paredes de la residencia del Estado de Bienestar europeo debido a la dirección e intensidad del viento institucional dominante en el continente? Quizás sea incapaz de captar la utilidad y el impacto real de la iniciativa planteada, pero en mi opinión podría ser algo así como confiar en los beneficios de administrar una cápsula contra el resfriado cuando se ha contraído una pulmonía. Lo importante es qué realidad se les ofrece a esos cumpleañeros tras finalizar el viaje de recreo y regresar a casa.

DIESTRO CACEREÑO

Emilio de Justo, un torero olvidado por las empresas taurinas

Ambrosio García Polo

Cáceres

El torero cacereño Emilio de Justo está tan olvidado y maltratado por los empresarios taurinos, en especial los de Extremadura, a la hora de contratarle para que toree en sus plazas, y todo, después de haber sido el triunfador de la temporada 2015 en nuestra comunidad autónoma, según afirma la Federación de las Peñas Taurinas de nuestra región.

Ni una sola vez se ha puesto el terno de torera en la campaña que acabamos de finalizar en su tierra. ¡Qué pena! Y, qué injusticia al mismo tiempo, así como, qué competencia desleal para aquellos que se afanan en demostrar en el ruedo las reglas clásicas del toreo.

Resulta que la pureza, el arte, la personalidad o el valor, virtudes que posee nuestro torero, no es compensado a la hora de figurar en los carteles de las distintas ferias taurinas tanto de aquí como de fuera. Pero los muchos aficionados de esta tierra, le siguen con interés su carrera y con la ayuda de los medios de comunicación, siempre al servicio del que se lo merece, esperamos que pronto ocupe un lugar destacado dentro de la torería actual.

Por ejemplo, en Francia ha cosechado grandes triunfos y allí se ha convertido en una firme esperanza del toreo. Sus faenas fueron, en ambas actuaciones, un compendio de inspiración, torería, clase y arte. En su actuación en Mont de Marsan (unas de las plazas más importante del país galo), alterando con El Cid y Lamela, con toros muy bien presentados de Victorino Martín, salió a hombros, una vez cortada las dos orejas de su primero, dando la vuelta al ruedo con petición en su segundo.

De Justo, el sábado, toreando, se rebozo con unas soberbias verónicas y, se desmayó con dos medias que hicieron echar humo con los aplausos del respetable, con la franela llevó a cabo una tanda de naturales y redondos, así como los vistosos adornos.

Demostró nuestro paisano gran conocimiento de la lidia y su transmisión artística. Yo le deseo que este triunfo sea su arranque en la competición taurina en el escalafón de los mayores, porque estoy convencido de que sabe torear. Lo que no tengo tan claro es que Emilio de Justo tenga la suficiente ambición para sacar partido a sus excelentes condiciones.