Según el DRAE improvisar es hacer algo de pronto sin estudio ni preparación. A menudo se acusa al Gobierno de ello. Ahora por la forzada limitación de velocidad. El término en sentido peyorativo connota ser un cabeza loca y actuar con precipitación. Las titubeantes explicaciones de Rubalcaba abonarían tal interpretación. Yo, empero, no veo por qué va a ser malo. Muchas veces la vida obliga a reaccionar ante lo inesperado en tiempo récord con sensatez. La capacidad de improvisar debería exigirse a un gobernante pues es palmario que algunos avatares de la política ocurren por sorpresa. La bondad o maldad de la improvisación vendrá dada por su eficacia y estará condicionada a un previo estudio afanoso, trabajo concienzudo, excelencia de los protagonistas, capacidad de análisis y cálculo de probabilidades. Este es el quid de la cuestión. ¿Era imprevisible la crisis? Muchos opinan que de haberla anticipado nuestros timoneles en vez de negarla empecinadamente, las tristes medidas de mayo hubieran resultado menos traumáticas. Hoy el horror libio pone en evidencia la precariedad energética española. ¿Se debió prever que las revueltas iban a afectar al energúmeno o sus hasta ayer amigos pensaron que ni tiranía ni suministro peligraban? Ahora nos salen con una medida trivial. ¿Se ha cuantificado el ahorro que supondrá la reducción, la pasta que costará cambiar las señales, la mengua de impuestos recaudados? ¿Se ha informado de que los expertos coinciden en que un descenso de 10 km/h no sirve sin una conducción inteligente? A mucha gente le molesta esta nueva imposición: "Que ahorre ZP , que mucho más carburante se gasta en usar el Falcon para ir a un mitin". Blanco , el ministro de flamante y remodelado rostro llama frikis y anarcoides a los discrepantes y el presidente con mirada mesiánica arguye desde Catar que salvará vidas --si uno no se duerme al volante como dice Fernando Alonso --. A mí en mi ingenuidad solo me parece un nuevo palo de ciego para dar la impresión de que hacen algo mientras el paro no da tregua y las encuestas auguran batacazos.