Desde que días atrás reveló que padecía un cáncer de próstata, el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna Urreta (Durango, Vizcaya, 14-2-1943), no ha hecho más que recibir muestras de cariño. Como el PNV ha aumentado el número de concejales de 9 a 13, no tendrá problemas para seguir al frente del ayuntamiento. Además, gobernará con mayoría absoluta gracias al pacto con EB-IU, que aporta tres ediles. Un lujo tras cuatro años de minoría mayoritaria sin poder sacar adelante un presupuesto.

Simpático y fanfarrón, Azkuna es el típico bilbainista que no nació en Bilbao, pero como si nada. "Un bilbaíno nace donde le da la gana", responde con sorna a quien le recuerda que es de Durango. Licenciado en Medicina en Salamanca en 1966 (cinco años más tarde se doctoró allí), Azkuna se especializó en Radiología Cardiovascular. Antes de dirigir en 1982 la red de hospitales dependientes del Gobierno vasco, trabajó en el de Cruces de Barakaldo, en donde fue jefe de servicio y director general. Su sintonía con José Antonio Ardanza le facilitó ser consejero de Sanidad (1991-99). La eficaz gestión recibió elogios generalizados.

Políticamente es de un nacionalismo moderado, ya que acepta el Estatuto de Gernika, aunque no rehúye una hipotética independencia de Euskadi "siempre que haya un 80% de síes y no una sociedad vasca dividida en dos".