Me gustaría dirigir este texto a aquellos especuladores que, sin pensar en la gente que ha vivido toda la vida en pisos de alquiler, les echan de sus casas para poder alquilar esos pisos a los turistas. Se producen muchos casos; aumentan el alquiler de forma brusca a personas que saben que no lo van a poder pagar, y eso genera mucha ansiedad a los inquilinos que vivían en esos pisos, gente mayor y que pagaban renta antigua, ahora actualizada. No se puede permitir que venga alguien de otro país, compre con su dinero un bloque entero y eche a los inquilinos para poner pisos turísticos, con los que ganan más. Mi propuesta es simple: dificultar la compra de viviendas si no es para vivir en ellas. Hay que cortar la especulación de raíz antes de que sea demasiado tarde, se genere otra burbuja inmobiliaria y explote. ¿Dónde están los ayuntamientos para defender a los ciudadanos empadronados, que pagan sus impuestos, de estos buitres que solo hacen negocio y, además, a espaldas de la Administración? Es una falta de respeto que no se proteja al vecino de toda la vida y que vengan otros que se podrían pagar un hotel y molesten a los residentes con música, baile, juerga y borracheras.