Cuando era feliz e indocumentado" es el título de un libro que contiene una colección de crónicas periodísticas del escritor Gabriel García Márquez . Al leer este título usted puede pensar en alguien que es feliz gracias a su ignorancia debida a la falta de documentación sobre lo que ocurre en el mundo. O en alguien que se siente feliz porque vive en un mundo en el que no está obligado a poseer esa documentación que a todos nos clasifica para condicionar más o menos nuestra existencia. A veces estar demasiado documentado --informado-- nos empuja a sumergirnos en la pesadumbre, al saber de muchas y continuas malas noticias. Y el hecho de depender de una documentación que nos acredita ante los demás supone falta de privacidad o incluso de libertad, por estar sujetos a normas y formas de vida que estos documentos determinan.

Si bien es cierto que tal como está estructurado el mundo actual, por desgracia la indocumentación nos lleva a la marginación. No eres nadie si no tienes papeles. Hace unos días unos amigos hablábamos sobre nuestros hijos veinteañeros, y la mayoría coincidíamos en que ven poco la televisión, y además apenas se interesan por los programas informativos, como los telediarios. Esto último nos llevó a pensar, decepcionados, que la juventud de ahora, por regla general, no tiende a documentarse de lo que ocurre en el mundo. Si bien, por otro lado, después de reflexionar en profundidad sobre el tema, llegamos a la conclusión de que un exceso de información sobre la actualidad económica mundial y lo que se pronostica, pueden hacer caer en la depresión al más positivista de los mortales, y más si se es joven estudiando una carrera.

En este caso adoptar el método del avestruz quizá sea una excepcional y buena terapia. Ojos que no ven, corazón que no padece, dice el refranero. Otra cosa es que se desinteresen por lo que directamente les atañe y les perjudica, como por ejemplo la nueva subida de tasas y concesión de becas del ministro Wert .

En el futuro nuestros jóvenes lo tendrán crudo, pero al menos ahora que lo mastiquen blando.