TAtsí explicaba Guillermo Fernández Vara lo inexplicable: "Hay cosas en política que si se explican, se entienden, pero yo esto no lo entiendo..., no lo entiendo". Y concluía: "Es inexplicable". Para el presidente de la Junta, lo inexplicable es que el Partido Socialista, que es su partido, ceda dos senadores a Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y otros dos a Democràcia i Llibertat --la coalición derivada de Convergència-- para que formen grupo propio en el Senado. A eso se refería con 'esto', no queriendo mentar la soga en casa del ahorcado: "Yo esto no lo entiendo".

La explicación, sin embargo, y el presidente Fernández Vara la conoce, es Pedro Sánchez . Y se explica por sí sola: Pedro Sánchez, el líder socialista --¿y de los socialistas..., todos?--, no desiste de ser presidente del Gobierno y, pese a contar con 90 diputados, prepara su posible investidura no solo con esa cesión sino también con algunas concesiones, como la reforma federal de la Constitución que le ha prometido a Carles Puigdemont , presidente de la Generalitat, y, sin salir de Cataluña, también a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau , interesada por saber cuál sería la alternativa del Partido Socialista a un referéndum de independencia. Ciertamente, Sánchez necesitaría algo más que esos pequeños apoyos --un acuerdo con Podemos, lo más probable, lo que ya ha hecho el propio Fernández Vara, por ejemplo--, pero esos apoyos significan 9 diputados de ERC y 8 de Democràcia i Llibertat, que, sumados a los 96 diputados de Podemos, si es que se puede, darían los 176 exactos de la mayoría absoluta.

Pero lo inexplicable no es esa ambición presidencial de Sánchez, explicable por la necesidad de consolidarse como secretario de los socialistas, ¡y por ser presidente! Ni lo es el acuerdo parlamentario con el independentismo catalán, como si fuera la primera vez. La soga que no se nombra es que Sánchez no parece considerar la posibilidad de un pacto de izquierdas con Podemos e Izquierda Unida, el cual satisfaría asimismo su ambición y, más importante, la de sus votantes.

Eso es lo inexplicable y lo que Fernández Vara no ha explicado.