Siempre he sido una persona a la que le gusta hacer las cosas bien. Me he mantenido fiel a mis instintos, a mis sentimientos, a lo que siempre he querido ser desde que no sabía casi ni leer y preguntaba a papá el nombre de los pueblos, el nombre de las carreteras... Siempre he sido un estudiante ejemplar. Elegí mi carrera como vocación: Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos. Creo en los valores del conocimiento y la experiencia como parte del éxito en cualquier faceta de la vida, o por lo menos mis padres es lo que siempre me han enseñado. He pasado 7 años de mi vida luchando contra mi propia vocación, guerra en la cual se produjeron importantes derrotas (Dibujo Técnico) y verdaderos logros (Resistencia de Materiales). 7 años de mi vida para conseguir mi sueño. No me considero ningún portento estudiantil, por lo que sacarme esta carrera ha sido para mí algo extraordinario. Algo del cual un día, una vez finalizada la misma, me sentía el hombre más feliz sobre la faz de la tierra. Dominaría el agua, construiría puentes gigantescos, reformaría una ciudad entera, llenaría España de líneas de ferrocarril. 7 años de mi vida en conseguirlo, esto es maravilloso!!! Pero cuando desperté me di cuenta realmente dónde estaba. Los días pasaban y mi teléfono no suena ¿Estará bien puesto mi teléfono en el Currículum Vitae?

Finalmente trabajé unos meses, y me di cuenta de lo que se mueve en el mundo de la construcción. Intrusismo profesional, sueldos ridículos con alto grado de responsabilidad. Ahora estoy en paro. Alguien durante la época del boom inmobiliario se ha aprovechado de mis ilusiones, me ha robado mi entusiasmo, mi trabajo, mi salario, mi motivación y mi alegría. Pero soy Ingeniero de Caminos, y he luchado contra entes más poderosos (Taylor, Terzagui, Fourier etc..), me he forjado en las más cruentas batallas y volveré para reconquistar mi terreno avasallado.

Juan Carlos Sánchez Díaz. Ingeniero de Caminos **

Miajadas