Historiador

El pasado viernes se celebraba en Badajoz el acto en que el Gabinete de Iniciativas Transfronterizas de la Junta de Extremadura entregaba, por primera vez, sus premios a la colaboración transfronteriza. Celebraba, a la vez, los diez primeros años de su fundación e intensa andadura, que partió en su día casi de la nada y hoy puede afirmarse que presenta la actividad más puntera de todas las instituciones de la raya.

Efectivamente, parecía hace una decena de años que Galicia nos quedaría siempre a años luz en cuanto a actividades y gestiones vecinales. No menos Castilla-León, por no hablar de Andalucía. Sin embargo, partiendo de ser la cenicienta, nuestro gabinete y en el fondo la ciudadanía extremeña, ha colocado el listón muy por encima de todas las demás, incluso todas las demás juntas. Y así, en Extremadura hay más de la mitad de estudiantes de portugués que en el resto de España. Las asociaciones rayanas son numerosas como en ningún otro lugar y con gran nivel de actividad. Los contactos institucionales de la Junta, las diputaciones y los ayuntamientos se multiplican. Las noticias en prensa se disparan. Y los estudios rayanos, en general, así como los universitarios, encuentros y congresos cobran cada vez mayor nivel. No hablemos de los contactos comerciales, económicos, de negocios en general, así como los turísticos, etcétera.

¿A qué se debe este milagro? Sin duda, al despertar en todas las facetas de nuestra tierra. Y por supuesto, a la buena gestión, apoyos y alicientes, que desde el Gabinete de Iniciativas Transfronterizas de la Junta se llevan sistemáticamente a cabo. Sólo falta que desde el lado portugués, institucionalmente, se aproximen a nuestro nivel para que nuestra comunidad transfronteriza sea un ejemplo incuestionable en todos los ámbitos europeos.