Si algo he intentado transmitir en mis 10 años de profesora de instituto por toda Extremadura han sido respeto por el medio ambiente, traducido a los centros en el uso del papel de manera responsable, el apagar las luces del aula y los ordenadores, etc.; y que el esfuerzo se hace día a día en el aula y en casa, que al final la recompensa es la satisfacción de aprobar. Esa cara de mis alumnos cuando aprueban refleja la felicidad por haberlo conseguido con esfuerzo y sacrificio.

Este año me he presentado a las oposiciones de Secundaria, por la especialidad de Formación y Orientación Laboral. El tema me salió bien (once folios lo demuestran) y así lo leí ante el tribunal, al igual que expuse mi programación de igual modo, estaba muy satisfecha por fin mi esfuerzo de tantos años se vería recompensado, pero cual ha sido mi gran decepción cuando veo las notas: un 2 en el tema, un 1 en la programación y un 10 en el Informe, (nota que no pone este tribunal). Por tanto, suspenso. ¿Cómo? Un error, pensé al principio. En este ´error´ estamos los cinco interinos del mismo tribunal, notas injustificables. Hemos ido a la Delegación Provincial de Educación de Badajoz y nos dicen que no se pueden reclamar las notas, y que lo que hace el tribunal es soberano. Ante tamaña injusticia e impotencia no cabe reclamar como cualquier alumno puede hacer cuando no está de acuerdo con sus notas.

Mi reflexión ante esto es que se debería cambiar este sistema de oposiciones porque demuestra que un tribunal puede actuar impunemente como en nuestro caso y no poder hacer nada, solo aguantarte e intentar que el próximo curso tenga fuerza para poder seguir enseñando los valores que tantos años he transmitido.

Nuria Ramos Duro **

Almendralejo