Es muy posible que nunca se imaginara a sí mismo como algo parecido a un gobernador civil, pero por avatares de la vida, de las ideas y del compromiso político, Inocencio Ramos Sánchez (Peñalsordo, 1950) es el nuevo subdelegado del Gobierno en Badajoz. Un cambio más en su vida. Casado, padre de dos hijos, maestro, licenciado en Filosofía y Letras y en Derecho, diplomado en Derecho Comunitario --y ejerciente--, profesor, catedrático, ha seguido, y sigue, el periplo intelectual de alguien volcado en el estudio, la docencia, el análisis y las ideas.

Su militancia de izquierdas fue un referente en Badajoz, junto con un puñado de nombres, muchos de ellos también profesores, otros creadores, y casi todos políticos de vida cotidiana, compromiso y, finalmente, de asunción de responsabilidades de gobierno. Hace una década dejó IU y entró en el PSOE. Después llegaría el trabajo como asesor del presidente de la Junta y su elección como concejal en la pasada legislatura.

Inocencio Ramos --sus amigos le llaman Chencho -- es un enamorado del casco antiguo pacense, donde vive, y de los largos paseos con largas conversaciones con su mujer y cuando pueden, también con sus hijos. Estudioso y curioso, Ramos ha iniciado una nueva etapa con el optimismo que le queda a un crítico y que dan las ideas reposadas.

FERNANDO LEON