La hora 12.30, el día 20 de junio de 2006; lugar, zona de atención al público del edificio de la Seguridad Social de la avenida de España en Cáceres; ocupación: aproximadamente 12 trabajadores con su correspondiente responsable y otros tantos clientes.
Una vez puesto en situación lo primero que quiero hacer es felicitar a toda la sociedad, ¿por qué? La escena es: un operario (parece ser empleado de la casa) cambiando bombillas en el techo a más de cinco metros de altura con los siguientes medios de protección: casco, no tenía; arnés o cinturón, no constaba; calzado de seguridad, lo había cambiado por unas deportivas; guantes de aislamiento, su propia piel; escalera, de metal y sin protección en los peldaños; área de trabajo, encima mismo de las mesas de los compañeros; etcétera.
Lo sorprendente es que no pasó nada (mientras estuve allí).
Por eso lo de la felicitación a toda la sociedad, por el ahorro que nos ha costado un más que probable accidente laboral que hubiera entrado a engordar las ya hiperbólicas cifras de accidentes laborales.
Responsables todos, el operario, su jefe, los responsables de Seguridad y Salud, los compañeros y posiblemente yo mismo por no llamarle la atención.
Así que para celebrarlo me fui a una cafetería próxima y me tomé una cañita de cerveza, eso sí, sin alcohol que tenía que conducir, a su salud.
Julio Saavedra Gutiérrez **
Cáceres