TSti es usted un forofo del PSOE, puede aducir que la red de influencias del PP, unida a la campaña de los medios de comunicación, han conducido a la derrota de los socialistas. O sea, que los gallegos estaban pasando por un periodo clarividente cuando votaron a Touriño , y, sin explicación médica ninguna, se han vuelto algo estúpidos en las pasadas elecciones.

Si, en cambio, es usted forofo del PP puede argumentar todo lo contrario: pasada la pájara que les llevó a cometer el inmenso error de votar a los socialistas, los gallegos han vuelto a recuperar el juicio.

Estos dos hiperbólicos y antidemocráticos razonamientos los he leído y escuchado en boca de personas de apariencia normal y con estudios, alguno colega mío, incluso añadiendo extrapolaciones del tipo de que Zapatero ha sido derrotado en Galicia y Rajoy se consolida como el próximo presidente de Gobierno o, desde la otra orilla, Galicia es la excepción que confirma la regla española, donde el PP jamás se comerá una rosca ni en Cataluña, ni en el País Vasco, ergo jamás volverá a gobernar.

Los forofos son inasequibles al desaliento y al recuento de las urnas. Si triunfan los que no son los suyos, se sienten tristes, no por ellos mismos, que son generosos, y están fuera de concurso, sino por lo infelices que van a ser los ciudadanos por votar a quienes han votado. Y, si triunfa su opción, enseguida hacen una prospección hacia el futuro, donde Dios sentará a la diestra a su líder, o lo sentará Carlos Marx , según la religión a la que pertenezca.

El espectáculo me suscita una inmensa ternura, porque el infantilismo siempre extrae de nosotros cierto afán de protección, pero siempre me he preguntado si su interpretación deriva de la inocencia redentora o es una muestra de cinismo pragmático.