WLwa reacción del PP ante la OPA de Gas Natural sobre Endesa ha sido furibunda, con la única excepción de Josep Piqué . Primero con el argumento de que la absorción amenaza la competencia, acusación refutada por Gas Natural con cifras objetivas. Luego, con Mariano Rajoy diciendo que el problema es que la impulsora de la operación sea una caja de ahorros, cuando el mismo PP estimuló el intento de toma de control de la propia Endesa por Cajamadrid. Al final ha sido Eduardo Zaplana quien, ya sin tapujos, subraya que la operación es "sospechosa" por venir de Cataluña, pues dejaría el mercado eléctrico español "en manos" del tripartito.

Nos quejamos de que en Europa los recelos entre estados frenen los intentos de formar grandes empresas por encima de las fronteras, pero el aldeanismo --antiautonómico-- que subsiste en España es todavía peor. Veremos qué ocurre. De momento Endesa, una compañía bien dirigida, rechaza la OPA hostil, y Gas Natural reitera su derecho y la lógica empresarial para efectuarla. Las suyas son, en cualquier caso, unas actitudes más coherentes que las que hay detrás de las pataletas poco reflexivas que efectúa la oposición por causas estrictamente políticas y de desgaste.