Quisiera, ahora que estamos saliendo del confinamiento, comentarles una de las pocas cosas buenas que ha traído consigo: tiempo para la lectura. A mis manos llegó en enero un libro que me ha sorprendido en estos días por la sutileza con la que aborda un tema espinoso. Escribir en los tiempos que corren es una locura, pero escribir literatura juvenil es digno de elogio. Isla del Rey (Editorial Premium) se llama esta novela de Remedios Solano, periodista gaditana y profesora de español en Alemania. La acción se sitúa en el río Rin. Como eje de la narración se encuentra una misteriosa isla, la Isla del Rey, que acaba convirtiéndose en un personaje más de la historia. Como Gustave Flaubert, la autora se ha documentado a fondo sobre todas las circunstancias que rodean la acción, que transcurre en un club de remo. Ella misma se ha convertido en una experta en este deporte para contar el devenir de unos adolescentes bien dibujados, creíbles, con sus anhelos, sus defectos y su particular búsqueda de la identidad.

El entorno es idílico, pero encierra un cruel misterio que se desgrana en cada página. A esa escuela de remo veraniega llega la embelesante Masha, enigmático personaje central sobre el que pivotan otros adolescentes y adultos que se ven envueltos en un episodio que desvela un pasado de abusos y malos tratos. Destaco del texto su pulso narrativo y su valentía por hablar a los adolescentes de temas complejos. La selección del lenguaje es muy acertada y desvela un profundo conocimiento del entorno y del mundo náutico. Es una pena que en estos días de encierro una gran parte (no toda) de los adolescentes se haya sumergido en las pantallas de sus móviles y tabletas. Existe literatura expresamente escrita para ellos que les habla como adultos de asuntos importantes, sobre los que no conviene correr ningún tupido velo ni utilizar eufemismos. Lo dicho. Leer es un placer asequible y al alcance de todos. Libros como éste te recuerdan que no todo está perdido y te hacen desconectar de estos días terribles que vivimos. Refrán: Libros y años hacen al hombre sabio.

*Periodista.