WEw l que fuera ministro del Interior cuando Aznar era presidente, Jaime Mayor Oreja, exiliado en el Parlamento Europeo para allanar el supuesto camino al centro del PP de Mariano Rajoy, no renuncia a su ya aquilatada vocación de aguafiestas. Desde que el martes acusara al Gobierno de estar negociando de nuevo con ETA con la contrapartida de que la organización terrorista ayudará después a Rodríguez Zapatero a ganar las elecciones generales, la polémica no deja de crecer.

Y no es para menos porque Mayor Oreja, a pesar de que ha reiterado sus manifestaciones, no aporta ninguna prueba de tan graves afirmaciones y, pese a ello, los dirigentes de su partido no se atreven a desautorizarlo. Tras un tímido intento de la secretaria general Dolores de Cospedal de hacerlo, Rajoy le apoyó al declarar que normalmente, en materia de terrorismo, Mayor sabe de lo que habla, idea que han repetido desde José María Aznar hasta Javier Arenas. Rajoy se negó ayer en Bruselas a desautorizar a su antiguo rival para dirigir el PP, lo que llevó a Zapatero a exigir al líder de la oposición que actúe con "responsabilidad y compromiso" ante el "disparate" y la "mentira" proferidos por el eurodiputado.

Pero las afirmaciones de Mayor Oreja van más allá de una mentira o una acusación sin pruebas. Sus declaraciones, repetidas en varias emisoras radiofónicas, de que existe una confluencia de intereses entre Rodríguez Zapatero y ETA para debilitar o destruir España son de auténtico delirio ideológico.

Y lo más grave de esta sarta de palabras envenenadas es que van dirigidas a dinamitar la provechosa colaboración Gobierno-PP en la lucha antiterrorista desde que Zapatero dio por fracasado el último intento de negociación con la banda. Mayor Oreja torpedea además --no se sabe si conscientemente o no, porque el exministro pertenece al sector del PP vasco que perdió ante Antonio Basagoiti-- el pacto entre el PSOE y el PP que permite desde hace un año gobernar el País Vasco de un modo distinto a como lo ha hecho en PNV en los últimos 30 años. De hecho, Basagoiti ha sido el único dirigente que se ha desmarcado con nitidez de las palabras de Mayor.

Otra de las afirmaciones del exministro retrata sus intenciones. "En las últimas semanas hay un esfuerzo desmesurado para apartar a Batasuna de ETA", ha dicho como prueba de sus denuncias. ¿Es que acaso lo que le gustaría a él es que Batasuna esté aún más ligada a ETA? ¿No es una condición imprescindible para debilitar al terrorismo que pierda su apoyo social y se desintegre el entramado que lo sustenta?

Solo por el fondo que subyace en esta filosofía, el PP debería llamar al orden a Mayor Oreja. Al margen incluso de si ha acusado al Gobierno sin pruebas.