Es aún una novedad literaria Soldados de Salamina? Para los lectores rumanos sí. Javier Cercas (Ibahernando, 1962) viajó a la capital del país, Bucarest, para presentar a medidados de diciembre su última novela (sigue siéndolo desde que apareció en las librerías españolas en el 2001) y de la que no es capaz de deshacerse para volver a publicar, algo que sus lectores aguardan con impaciencia. ¿Pero de qué escribirá Cercas?

Hasta llegar a esta obra que mezcla ficción y realidad (un relato real, según la definición del propio escritor), la libertad de crear sin el peso de la fama, la crítica o las ventas había podido desarrollarla desde El móvil , a finales de los años 80, El vientre de la ballena , Relatos reales a Una buena temporada , su único libro editado en Extremadura, adonde ha vuelto en diversas ocasiones desde su Gerona domiciliaria.

De momento, Cercas se ve obligado a hablar, como hizo en Bucarest, como integrante de la generación de los "nietos de la guerra", y de la obligación de recuperar la memoria para disipar "la neblina de malentendidos y medio mentiras o incluso mentiras" sobre la contienda civil española, de saber la verdad sobre este momento trágico de la historia de su pueblo. Aún le queda cuerda si la película dirigida por David Trueba logra colarse en el quinteto de elegidas para aspirar al Oscar al mejor título en lengua no inglesa.