Los Juegos Extremeños de Deporte Especial (Jedes) están celebrándose en Castuera desde el pasado martes. Allí, más de 800 personas que sufren algún tipo de discapacidad, pertenecientes a 52 centros o entidades dedicadas a su atención, pasan unos días de convivencia y de competición. Hoy pondrán punto y final con el Cross de la Amistad.

Son muchas lecciones la que estos juegos dan: la de la generosidad en el esfuerzo es una de ellas. Generosidad en el esfuerzo de los deportistas, alguno de los cuales exhibe un espíritu competitivo que para sí quisieran muchas de las estrellas instaladas casi permanentemente en las páginas deportivas de los periódicos. Y generosidad en el esfuerzo de los monitores y personas que están pendientes de ellos. La segunda lección es la de la alegría: si alguien quiere ver cómo el deporte y el juego es un potente transmisor de alegría, que vaya a Castuera,donde tiene una gran oportunidad de comprobarlo.

Los Jedes son un invento extremeño. Hoy acaba su vigésimo cuarta edición. Por tanto, son hijos de la autonomía y desde el primer día forman parte del patrimonio de integración de la sociedad extremeña. Larga vida a los Juegos del Deporte Especial.