Maestro

Con el follón de la obra, no había vuelto a ver al mirlo, pero cuál no sería mi sorpresa cuando la otra tarde, de anochecida, un alboroto en el patio llamó mi atención. No se trataba del ruido de los gorriones al acomodarse en la madreselva, era algo diferente. Me asomé a la ventana y, estaba allí. Los gorriones, sorprendidos por su presencia, volaron repartiéndose entre la antena y la tapia medianera con el patio de la señora Paca esperando impacientes hasta que el mirlo escogió el lugar más gustoso para él en la tupida madreselva. Después se hizo el silencio y, poco a poco, los gorriones fueron ocupando los huecos libres, macizando la planta para pasar la noche. Desde ese día la operación se repite cada tarde.

Cayó Sadam Husein. ¿Y ahora qué? ¿Seguirá incrementándose el número de niños que mueren inocentes? ¿Hasta cuándo seguirá la presencia militar en Irak? Europa sigue sin compactarse y, por ahora, tan sólo nos une la moneda, porque en la postura ante la guerra del trío de las Azores tampoco hubo unanimidad, aunque parece que a la hora de los premios se quieran apuntar algunos.

La semana ha tenido bastante actividad cultural. En las salas de exposiciones hay oportunidad de contemplar diferentes estilos y técnicas, el Gran Teatro sigue con los ecos de un otoño musical, presentación de libros, aniversario empresarial de Catelsa, cónclave de escritores y muestras de sus obras.

Para el fin de semana, coincidiendo con la reunión de la red de juderías, la ambientación medieval de la ciudad monumental, que ha supuesto que más de un creyente se acordase de lo que hizo el hijo del carpintero con los mercaderes del templo. He sido testigo de la negativa de acceso con el coche, para cumplir con el precepto dominical en San Mateo, a una persona con cierta minusvalía, hecha por la voz que habla por el poste de Santa Clara. Acto seguido la misma voz le pedía a un cliente del parador que le prometiese que, si no había plaza en el aparcamiento saldría del recinto. Menos mal que dentro de unos años, con el estudio encargado por el concejal responsable de la, hasta ahora, presunta movilidad seremos más felices.

Como cada año, cita obligada con el escaparate de Artelux para deleitarnos con la contemplación de la reproducción a escala de un nuevo edificio de nuestra ciudad monumental y, ya de paso, podemos visitar el belén de las Hermanitas de los Pobres, la hilera de casetas de Cánovas,... porque ya se acerca la Navidad. El derroche de las luces le da un punto de insolidaridad con las penurias eléctricas que padecen los veratos.

Este año se anuncia la presencia de Busursa y de los bomberos en la cabalgata, amén de un cambio en el itinerario. San Pedro volverá a experimentar el paso de vehículos y esperemos que los gamberros de siempre respeten la integridad física de Sus Majestades en el recorrido hasta la plaza Mayor.

Una buena noticia del barrio: ha desaparecido un bar y en su lugar han abierto una librería regida por gente joven. ¿Cundirá el ejemplo?

Lástima que en sus proximidades la casa que luce el azulejo que indica que allí vivió el maestro Solano presente tan lamentable estado de ruina que avergüenza a quienes no sabemos qué contestar cuando nos preguntan el por qué de su abandono.