El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso, Jesús Caldera Sánchez-Capitán (Béjar, Salamanca, 31-10-1957), se perfila como el vicepresidente político del futuro Gobierno. Algo así como el Alfonso Guerra de José Luis Rodríguez Zapatero, salvadas todas las distancias, claro está.

Licenciado en Políticas, Sociología y Derecho, Caldera proviene de una familia humilde, cuya madre compaginaba su taller de costura con una sensibilidad política poco común. Era ella quien preparaba la cola que utilizaba el hijo para la pegada callejera de carteles reivindicativos. El 28-O de 1982, tres años después de afiliarse al PSOE, consiguió el escaño que aún conserva. En ese trabajo tenaz y oscuro en los fogones parlamentarios fue en donde conectó con Zapatero, que logró el acta de diputado en 1986. Caldera intervino en las reuniones previas al congreso socialista de julio del 2000 en las que se preparó el liderazgo del ahora presidente electo. Aguerrido parlamentario, suele aclarar: "Mala leche no tengo. Lo que sí tengo es mucha pasión y mucha vehemencia". A veces con excesos como cuando recortó a conveniencia un documento oficial relativo al Prestige. El PP pidió su cabeza y Mariano Rajoy le consideró no apto para ser interlocutor del Gobierno.

ANGEL SANCHEZ