TMtéxico vive en violencia permanente derivada de las drogas, China y Japón andan a la gresca por la posesión de unas islitas mayores o menores que Perejil, Corea del Norte y del Sur se enfrentan en querella interminable golpeándose el pecho como dos enormes machos de orangután exhibiendo su virilidad de primates, la República democrática del Congo se desangra salvajemente, Sudán está asolada por una cruel guerra civil que la desintegra mientras la hambruna mata a los pobres, en el Kurdistán los combates persisten, Afganistán se debate entre convulsiones de muerte, Pakistán sigue devastada en penosa búsqueda de democracia, Siria ofrece día a día imágenes espeluznantes, que desnudan ante nuestros acostumbrados ojos la maldad de la naturaleza humana, Asia Central es un polvorín lejano y ajeno a los derechos humanos, Irak, ese país que Occidente iba a liberar propiciando la liberación de su monstruoso líder, se sume cada día más en el caos, Nigeria muere poco a poco. Ayer mismo explotaba Beirut. Masacres, matanzas, migraciones, hacinamiento de refugiados, hambres, olvido endémico de los damnificados por catástrofes. El odio que persiste. Probablemente ha habido períodos históricos peores. Pero a nosotros nos toca vivir este.

Una parte del mundo sufre y envidia a la otra, mientra esta se protege y al modo Iscariote clama por la justicia, la democracia, la igualdad y la defensa de los derechos humanos. El primer mundo desinfecta a sus negros en Lampedusa y trata a sus hermanos peor que a ganado. Concertinas instaladas higiénicamente para evitar el contagio. Leyes que expulsan. El hombre actúa.

Dicen que en estos días ha nacido un niñito. Hay luces en las calles, regalos que ilusionan, veladas familiares de cariño y ternura. Dicen que es para conmemorar el nacimiento de aquel pequeño. Francisco desde Roma alza su voz contra una imagen de la Navidad empalagosa y falsa. Yo miro a ese niño solo y le veo llorar. No por haber nacido en ese mundo que le aguarda. Detrás de sus lágrimas sonríe y su llanto susurra: No mueras: Te amo tanto.