El robo, en una base militar, de centenares de documentos secretos con datos íntimos del personal de la RAF (Royal Air Force) constituye una vergüenza para el Ejército británico y su máximo responsable político, John Hutton , ministro de Defensa. Máxime porque esta información puede ser utilizada por chantajistas o servicios de inteligencia extranjeros, según un informe interno.