Uno de los símbolos del sufrimiento --y de la resistencia-- de la sociedad española a causa de la barbarie de ETA, José Antonio Ortega Lara (Madrigalejo del Monte, Burgos, 1958) abandonó ayer la militancia en el PP, al que se había afiliado en 1987. El funcionario de prisiones Ortega Lara estuvo secuestrado por la banda desde el 17 de enero del 96 al 1 de julio del 97. Estuvo 532 días en un zulo de Mondragón hasta que fue liberado por la Guardia Civil.

Ortega Lara es, como María San Gil, cercano a Mayor Oreja, que fue quien le abrió las puertas del PP. No ha querido desvelar las razones de su alejamiento del partido, pero su gesto es difícil de considerarlo ajeno al desapego que están demostrando con Rajoy un sector de los militantes que temen que dé un giro a su política y se predisponga a mantener relaciones más tibias con los nacionalistas.