Cuando el primer ministro portugués, José Manuel Durao Barroso (Lisboa, 23-3-1956), se afilió al maoísta Movimiento Reorganizado del Partido del Proletariado (MRPP), su actual colega español Zapatero era un adolescente que ni siquiera había asistido al mitin en el que descubrió a Felipe González. Hoy, Durao es el líder del centrista PSD, que gobierna en coalición con la derecha democristiana y que se identifica en casi todo con el expresidente Aznar.

Decidido a mirar a España, Durao ha recibido la visita de Zapatero, igualmente decidido a mirar a Portugal. Además del fondo ideológico, a ambos les separan las alianzas. El político portugués optó desde un principio por apoyar la guerra de Bush, porque éste era su aliado natural, hubiera o no armas de destrucción masiva en Irak. Tan es así que él patrocinó la reunión de las Azores. De la serie en que figura retratado Durao se han pegado carteles en Portugal, en los que se dice que los que mintieron entonces perderán las elecciones (el primer damnificado, Aznar, figura en blanco y negro). En cuanto a la gestión interna, el peor revés de Durao fueron los incendios que quemaron el 5% del país, entre acusaciones de descoordinación contra el Gobierno. El otro fuego es la recesión económica.

ANGEL SANCHEZ