WEwl pasado miércoles, en la Escuela de Verano de UGT, el que fuera ministro de Trabajo Manuel Pimentel apuntó uno de los problemas a los que se puede enfrentar Extremadura en un futuro no muy lejano: el éxodo a otras comunidades de los jóvenes más cualificados. Pimentel estima, basándose en la curva demográfica, que en los próximos años habrá una disminución del paro juvenil --habrá menos jóvenes y, por tanto, más trabajo para ellos--, con el consiguiente aumento de la demanda, que será mayor en las zonas más desarrolladas de España y que provocará una emigración interior desde las menos desarrolladas. El exministro hizo hincapié en que no se trataba de un vaticinio. "Son matemáticas; no una opinión", dijo. En la misma Escuela de Verano, el presidente de la Junta criticó que la Educación que se da a los jóvenes apueste por la pasividad frente al riesgo. De ser cierto tanto lo que dice Pimentel como lo que apunta Rodríguez Ibarra , la región debería ir preparándose para hacer frente a este fenómeno, porque si se cumplen las matemáticas del exministro, habrá que educar a los jóvenes extremeños en la iniciativa con tal de que se queden aquí y no caiga en saco roto el esfuerzo que la sociedad está haciendo por ellos.