Juan Costa Climent (Castellón de la Plana, 10-4-1965), secretario de Estado de Comercio y Turismo, viajó la semana pasada a EEUU, junto a los también secretarios de Estado Ramón Gil-Casares (Asuntos Exteriores) y Fernando Díez Moreno (Defensa), para tratar de la contribución española a la reconstrucción de Irak. También fue el muy dúctil Costa quien, poco antes de la guerra, negoció con el Gobierno de Sadam una concesión petrolífera para Repsol, cuando Aznar aún no había sellado su alianza bélica con Bush.

Costa, que pertenece a la ejecutiva popular, se perfilaba como ministro cuando era secretario de Estado de Hacienda y colaboró eficazmente en la reforma fiscal ("éste es el IRPF de la solidaridad", dijo en 1998 cual líder del proletariado), pero se precipitó al acusar sin pruebas al anterior Gobierno del PSOE de propiciar una "amnistía fiscal" encubierta.

También bajo su mandato se frenaron cuatro inspecciones a Gescartera, la sociedad del agujero de 18.000 millones de pesetas.

Aunque Aznar mantenía en secreto las conversaciones de sus altos cargos del Gobierno con los colegas estadounidenses, Costa las confirmó ayer: "El pueblo iraquí no es suficiente para gestionar sus recursos naturales". Algo dramáticamente evidente a medida que los ataques anglo-norteamericanos vayan dejando a Irak sin pueblo.