Juan Martín del Potro es un buen tenista, pero a veces empaña su calidad con su tono chulesco e insultante. Del Potro fue el que dijo que Argentina le metería a Nadal los pantalones "por el orto" en la final de la Copa Davis y ayer, en el partido que perdió frente a Roger Federer, le llamó "hijo de puta" porque el suizo metía todas las bolas.