La juez Ángela Murillo es la responsable de que el tribunal de Estrasburgo haya sentenciado que el tribunal de la Audiencia Nacional que condenó a Arnaldo Otegi por pertenecer a una organización terrorista violó el derecho del acusado a tener un juicio justo.

El motivo es que la juez Murillo, al ser la presidenta del tribunal y deberse por tanto a la prudencia de no formular preguntas al acusado para evitar cualquier sesgo de parcialidad, ya había preguntado a Otegi en otro juicio si condenaba el terrorismo de ETA, y, dado que Otegi contestó que no iba a contestar, la juez Murillo se despachó: «Ya sabía yo que no me iba a contestar». (Imparcialidad se llama esa figura.)

El caso es que Otegi, tras el fallo de Estrasburgo, no sólo podrá exigir que la juez Murillo sea apartada de cualquier tribunal que pudiera juzgarle, pese a ser la primera juez en acceder a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional --25 años ha-- y de llevar 10 años presidiendo cuatro de sus secciones. Otegi, ahora, tras la sentencia, la cual le legitima --entiéndase-- para denunciar que «España es un Estado antidemocrático», va a dar mucho de sí al periodismo. De hecho, ya se lo ha dado. La juez Murillo, más que por juez, es hoy noticia por sus excesos verbales.

Y, ciertamente, la juez tiende a ciertos excesos, en especial cuando preside tribunales donde se juzgan delitos de terrorismo. En uno de ellos, viendo que los acusados conversaban entretenidamente durante un receso del juicio, la juez Ángela Murillo tuvo que ser apartada del tribunal por decir: «Y encima estos cabrones se ríen». Más. Cuando el propio Otegi le preguntó si podía beber agua, la juez le contestó: «Por mí, como si bebe vino». Y en otro juicio por terrorismo reprendió a la acusada por poner los pies encima del banco: «¡Guarde la compostura, que no está en un bar!»

Lo que no se entiende es que la noticia de la recusación de Estrasburgo por la parcialidad de la juez Murillo tenga el tratamiento mediático que está teniendo, del tipo: «La extremeña Ángela Murillo...». ¿La extremeña? A ver si va a ser responsable de la recusación por ser extremeña, no por juez.