TRtecuerdo que el año pasado, una noche de Navidad, mi amigo Carlitos García consiguió que me sintiera como un verdadero rey mágico fabricando unos juguetes muy especiales.

Mi amigo Carlitos está rodeado de chiquillos consanguíneos por todas partes. Tiene cuatro sobrinillos, el pequeño con tres años y la mayor con nueve, hijos de su hermana Elena . Por otro lado su hermano Germán sienta a la mesa al nada despreciable número de tres criaturas, de dos a siete años. Y para terminar, su hermana María Luisa se planta con otros tres vástagos, que tienen entre cinco y once años. O sea, que mi amigo Carlitos, que no puede ser padre natural porque su compañera Lisa , la inglesita de ojos color dulce miel, no puede concebir, es todo un tío, acogido de pleno derecho en el diccionario de la RAE.

Pues bien, este supertío me invitó una noche a su encantadora casa, me hizo pasar a su acogedora habitación, me colocó un turbante de paje del rey Baltasar y me dijo: "Juanito , me han dicho los Reyes Magos que debemos fabricar unos juguetes muy especiales para unos niños muy especiales". Luego sacó de un armario una botella de vino espumoso de Almendralejo e infinidad de material para comenzar la faena.

Transcurridas seis horas habíamos fabricado, con cajas de zapatos y chapas de refrescos, varias cajas para jugar a las chapas; con tableros, gomas elásticas de colores, puntas, pinzas de tender la ropa y canicas, maquinitas de jugar a las bolas; con vasos de plástico e hilos, teléfonos; con grandes botones, yoyós; varios aros y sus guías con llantas de bicicleta y alambre gruesa; molinos de papel; paracaídas con bolsas de plástico, hilo y muñecos militares antiguos; cometas con varas de caña, papel de estraza y papel cebolla de colores, y qué sé yo cuántos juguetes más.

El día de Reyes, cuando sus sobrinos fueron a recoger los regalos a casa de Carlitos, encontraron los juguetes más raros y divertidos que habían visto nunca. Carlitos y yo fuimos dos genios que pudimos presumir por un día de haber hecho la competencia a la actual tecnología punta del juguete. Con lo difícil que es eso, justa es la inmodestia.

*Pintor