Jurista

Los politicones de la justicia piensan que, con el triunfo de los juicios rápidos, han derrotado a los resentidos, sacafaltas y chinchosos que dudaban de su eficacia. En 15 días se han celebrado en España cientos de juicios. Un éxito que aprovechará el ministro José María Michavila, y otros togados del PP, para hacer campaña electoral.

Pero los autores de la reforma se olvidaron de agilizar los trámites de la apelación de las sentencias. Antes, su duración era de 6 meses a 1 año; ahora, será aún mayor, porque las pruebas que no hayan podido practicarse en los juicios (dada su celeridad) se llevarán a cabo en la Audiencia. Si los políticos no cuentan la verdad al pueblo --por bien de la democracia--, debe descubrirse el dolo, la necedad y la ineptitud de quienes la ocultan.