La Justicia si llega tarde es Justicia? Creo que sí, aunque solo sea porque más vale tarde que nunca. El pasado día 3 de julio sucedió en Chile un hecho histórico: la condena a nueve miembros del ejército por el asesinato y tortura del cantautor Víctor Jara y del director de prisiones Littré Quiroga en septiembre de 1973. Vamos a recordar los nombres de estos señores condenados por el juez Miguel Vázquez, aunque solo sea para que quede perpetuo recuerdo de ellos: Hugo Sánchez, Raúl Jofré, Edwin Dimteri, Nelson Haase, Ernesto Bethke, Juan Jara, Hernán Chacón y Patricio Vázquez, han sido condenados a penas de 15 años y un día como autores de los homicidios. Además Rolando Melo pasará 5 años en prisión como encubridor de los homicidios y secuestros.

Me invade un sentimiento extraño de alivio y rabia al conocer esta noticia. Víctor Jara es sin duda la voz más significativa entre los cantautores latinoamericanos y su asesinato nos privó de una carrera que apenas estaba comenzando. Me alegra saber que la impunidad no existe y la sentencia es un mensaje a aquellos que se sientan seducidos por los atractivos del totalitarismo. Sin embargo, que hayan pasado 45 años desde aquel horrible crimen me hace pensar que la Justicia está al albur de poderes políticos y económicos que han obstaculizado durante décadas un hecho deleznable. A Víctor Jara le trituraron los dedos con las culatas de los fusiles y dispararon 44 veces. Su cuerpo fue sacado del Estadio Chile y arrojado como un perro muerto a la vía pública junto a otros asesinados de identidad desconocida. Fue encontrado en las inmediaciones del cementerio metropolitano de Chile en un terreno baldío. Cuando le limpiaron la cara reconocieron al artista.

Su muerte nos llega al corazón porque era un personaje público, pero quiero recordar a los 3.200 chilenos muertos a manos de agentes del Estado y a los 33.000 torturados. Refrán: El respeto a la ley, comience por el Rey.