Luis del Olmo (Onda Cero) bromeó con Fernando González Urbaneja: "Si vas a desayunar con Berlusconi, dile que se cuide, que la justicia italiana le quiere empapelar". El aludido siguió el tono ("No es santo de mi devoción") y entró a saco: "Es una de las anomalías europeas y una desdicha para Italia. Es culpa de los políticos italianos, que lo hicieron tal mal que propiciaron el ascenso de Berlusconi. Pero al final la justicia funciona y el Constitucional italiano ha hecho lo que debía. Berlusconi entró en política para huir de los jueces y con ellos ha topado".

Menos confiado estuvo Juan Alberto Belloch: "Hay que pensar que es la justicia italiana: lenta, complicada, confusa y con toda clase de interferencias del poder político". Puso más escepticismo Ramón Tamames: "Y cabe la posibilidad de que Berlusconi se saque de la manga otra ley y la lleve al Parlamento, donde tiene mayoría. También lo hizo, aunque con otros medios, Chirac en Francia". Belloch precisó: "El quiere ser como otros jefes de Estado, que son inmunes. Pero ni es jefe de Estado ni está en la Constitución la inmunidad del jefe de Gobierno". Acordaron que un jefe de Gobierno es quien precisamente debe responder de sus propios actos y siguieron las lamentaciones. A José María Calleja le preocupaba que "Berlusconi es uno de los principales riesgos para la democracia en Europa", y Tamames afinó: "Y con muchos negocios en España". Sólo aludieron, sin concretar, a algunas empresas audiovisuales y Belloch remató: "Y tiene un procedimiento judicial con el juez Garzón". Cómo no.