WSw i algo demuestra el reciente archivo provisional decretado para el caso Gürtel en lo que afecta al extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas y al exdiputado Jesús Merino es que la justicia es muchas veces más independiente de lo que aseguran los partidos políticos cuando la utilizan de arma arrojadiza.

Para ello basta recordar que el juez que ha dictado el archivo (recurrible), Antonio Pedreira, fue acusado en su momento por los dirigentes del PP prácticamente de ser un militante del PSOE y de actuar a su servicio. Pedreira, sin embargo, ha actuado ahora con independencia para exculpar provisionalmente a Bárcenas, Merino y otros acusados menores porque considera que no se han podido probar los indicios que llevaron hace dos años a la imputación de los cargos del PP.

En el caso de Bárcenas, el juez le exonera de posible fraude fiscal por prescripción y de cohecho y de blanqueo de capitales por falta de pruebas. De igual modo, aplica razonamientos similares para archivar las acusaciones contra Merino.

Antes estas decisiones, los dirigentes del PP, desde el exministro Federico Trillo hasta la secretaria general del Partido Popular y presidenta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal, se han lanzado a intentar que el caso se vuelva contra Alfredo Pérez Rubalcaba, el objetivo de todos los ataques desde que fue designado candidato del PSOE para las elecciones del 20-N.

Con la misma credibilidad con que antes acusaban al juez Pedreira, adjudican ahora a Rubalcaba la realización de presuntas manipulaciones de la policía, mediante instrucciones políticas cuando era ministro del Interior, para fabricar un caso de corrupción contra el PP.

Y Cospedal llega a decir incluso que la retirada de los cargos contra Bárcenas desactiva el intento del PSOE de encontrar una Filesa financiación ilegal del partido en el Partido Popular.

Olvida la secretaria general del PP que en la rama valenciana del caso Gürtel se sigue investigando la presunta financiación irregular del partido y que al menos 12 cargos permanecen implicados en la trama, entre ellos exdiputados autonómicos y exalcaldes madrileños, el expresidente valenciano Francisco Camps y el exsecretario general del PP de Valencia Ricardo Costa.

En vez del constante cruce de acusaciones, estaría bien que el Partido Popular confiara en que la justicia siga siendo en lo que resta de caso tan independiente como lo ha sido el juez Pedreira.