La Espiga de Oro de la última Semana de Cine de Valladolid, celebrada en noviembre del pasado 2002, correspondió al británico Ken Loach (Nuneaton, Warwick, Gran Bretaña, 17-6-1936). La película, presentada ayer en Madrid, corresponde a la temática que más le atrae: trata de un joven de 15 años que vive con su hermana y el bebé de ésta, ya que su madre está presa.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Oxford, Loach trabajó primero como asistente de dirección en el teatro y luego pasó a dirigir telefilmes y documentales de denuncia social en la BBC. En 1967 dirigió su primer largometraje, centrado en la relación de una mujer joven y un ladrón de la clase obrera. Una tragedia familiar hizo que se retirara de la dirección, a la cual volvió en 1975.

Comprometido políticamente con el laborismo, cuando mandaron los conservadores de Margaret Thatcher se convirtió en el cineasta británico peor distribuido y más censurado. Luego su cine empezó a ser premiado internacionalmente en Cannes, Berlín y Valladolid, tanto por los valores humanos que exalta como por su dinámica de estilo televisivo. En España fue objeto de polémica su película Tierra y libertad, centrada en los conflictos entre anarcosindicalistas y estalinistas durante la guerra civil. Es discutible, pero acierta al plantear los males de la condición humana.