Aunque llegue tarde, estimula que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas y Nobel de la Paz, Kofi Annan (Kumasi, Ghana, 8-4-1938), haya calificado de "ilegal" la guerra de Irak protagonizada por George Bush y sus aliados. No es sorprendente, porque este veterano funcionario de las Naciones Unidas (desde 1976) ha ido marcando la política beligerante de la Casa Blanca. Ya en 1998, con Bill Clinton en el poder, viajó a Irak sin el visto bueno de Estados Unidos y convenció a Sadam Husein a que aceptara el regreso de los inspectores de armas.

Si fue Clinton quien le apoyó al máximo para que sustituyese a Butros-Gali al frente de la ONU en enero de 1997, con Bush no ha sintonizado. Meses antes de la ocupación de Bagdad (20-3-2003), Annan advirtió a Bush: "No hay sustituto para la legitimidad única proporcionada por la ONU" . Después, ha criticado el drama de la posguerra, y a menudo recuerda la perversidad de los ataques preventivos.

Con todo, necesitábamos oírle decir lo que ha dicho en la cadena BBC: "Desde nuestro punto de vista y desde el punto de vista del mandato de la ONU, la guerra de Irak fue ilegal" .

ANGEL SANCHEZ