TPtarece que hay una estrategia de arrepentimiento de los etarras, de la que los criminales se benefician a efectos penitenciarios con traslados de cárcel y suavización de las condiciones de su falta de libertad: permisos de salida, trabajos fuera de la cárcel, por ejemplo. Esto no se improvisa, por ninguna de las partes, y será preciso esperar y ver cuánto hay de ficción y de simulación, y cuánto de cierto, en esta doble estrategia. Por parte de los etarras, la de simulación de arrepentimiento y por parte de las autoridades del Ministerio del Interior e Instituciones Penitenciarias la de ´remunerar´ la presunta buena conducta de los etarras con una política penitenciaria más benévola.

Primero fue el sindicalista Díaz Usabiaga , puesto en libertad, según se dijo, para que cuidara a su anciana e impedida madre. Parece que no dedica mucha atención a esas tareas, por lo que se supone que tiene otras, como alcanzar un cierto acuerdo con la banda ETA para conseguir que los abertzales no etarras tengan vida autónoma y puedan tener listas electorales. Luego fue el anuncio espectacular de Rubalcaba , cuando dijo que los etarras de la prisión de Nanclares habían dejado de ser etarras, porque habían "descreído de su fe". Y ahora, el cambio de cárcel de un elemento de ETA que, en su momento, fue la terrorista más sanguinaria, ´la Tigresa´, Idoia López Riaño , condenada a 2.000 años por sus numerosos crímenes. Idoia, también, como ha señalado un medio informativo, se habría transformado de tigresa peligrosísima en gatito ronroneante y suave. ¿Por opción y decisión personal, o por la estrategia de los terrorista, encaminada a beneficiarse de una política penitenciaria más benigna?

En un primer momento se aseguró que el PP estaba perfectamente informado de estos hechos. Luego, en los últimos días, Rajoy ha reclamado explicaciones a Rubalcaba. Y al mismo tiempo que el PP, o previamente a su enfado, protestas y reclamación de datos, se viene produciendo el enfado, las protestas y la reclamación de informaciones por parte de las asociaciones de víctimas del terrorismo, que vislumbran, adivinan, advierten que pudiera estarse preparando alguna forma de indulto soterrado para etarras con penas de muy larga duración y decididos a someterse a esa presunción de arrepentimiento y de ruptura con la banda de la que han formado parte y a la que han servido durante años.