Madrid ha sido un clamor en los últimos días. No importó que estemos a finales de Julio, ni que fuera puente, ni convocatoria sindical ni política, a las 19 horas del pasado domingo 24, una marea humana, (formada por decenas de miles de jóvenes, familias enteras, adultos y jubilados, y a pesar de la sordina e incredulidad que han puesto a este movimiento algunos medios de comunicación) fueron un clamor unánime y cómplice a lo largo del recorrido de Atocha a Sol y se atrevieron a creerse que otro mundo es posible, que otro orden económico y social es necesario, que hay que plantar cara a los políticos secuestrados por el Mercado y a los banqueros usureros e insaciables. Que la vida de cada ser humano no tiene precio, que hay que derribar muros y fronteras, que no somos siervos ni vasallos, que se ha acabado el tiempo de los especuladores y corruptos.

El Movimiento 15-M superó con creces la reválida con nota alta. Una vez más quiero expresar mi admiración emocionada, mi confianza, y mi fe inquebrantable en una juventud que con determinación y coraje ha marcado un antes y un ahora. Esto no ha hecho más que empezar.

Gracias, jabatos.

Rafael Barragán Martín Berrocal **

Badajoz