Desde que se produjo la polémica con Gerard Piqué por sus declaraciones sobre Cataluña al tiempo que jugaba en la selección española de fútbol, he pensado que esta figura pública expresa y examina la calidad de nuestra democracia, así como que representa la España real y diversa: un todo que es mucho más que la suma de sus partes. Ahora que España ha ganado su sexta Copa Davis vuelvo a pensar en lo mismo por cómo y con quiénes lo ha hecho, incluyendo al propio Piqué.

De nuevo podemos asociar deporte y política para aprender lecciones de democracia y comprender la realidad social. ¿Qué es España? ¿Qué representan los tenistas que han ganado para todos los españoles un nuevo trofeo que nos sube la autoestima? ¿Qué representan los políticos constitucionalistas, nacionalistas e independentistas que aceptan reunirse como diputados en el Congreso para ejercer sus funciones definidas a partir de la Constitución?

Parte de la opinión pública apela a un sentimiento subjetivo concreto de ser español, olvidando que todos los españoles somos libres e iguales para respetar cualquier idea subjetiva de España y forma de sentirse español. La España real es diversa, albergando diferentes identidades. En estos tiempos de negociación política para formar gobierno, buscando el apoyo de los independentistas de ERC, que tanta tensión provoca, recordemos los fundamentos de este reciente éxito deportivo español como estímulo para consolidar la calidad de nuestra democracia. Los independentistas son ciudadanos españoles, forman parte de la España real y diversa, cuya existencia exige la convivencia y el reconocimiento mutuo. España no se entiende sin Cataluña, incluida la independentista.