Lectores

Por fin

Agustín Vega Cortés

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Llega con 30 años de retraso, cuando ya han muerto, por la edad, la inmensa mayoría, (también los asesinos), de tantos cientos de miles de hombres y mujeres del pueblo que sufrieron el horror fascista, que padecieron en sus propias carnes o en la de sus familiares, amigos o compañeros, los execrables crímenes cometidos por los generales traidores que se levantaron contra el gobierno legítimo, democrático y legal de España. Los cometieron, no para salvar a la nación de nada, que nada la amenazaba salvo ellos, sino para imponer un régimen político criminal que no tenía otro objetivo que perpetuar los privilegios de las clases dominantes, de la oligarquía financiera, de los terratenientes, de una casta militar anclada en el pasado, corrupta y colonialista, y de una jerarquía eclesiástica interrelacionada, incluso familiarmente, con todos ellos, y que apoyó y revistió, con la aureola de cruzada por la fe, lo que no fue otra cosa que la antesala del horror nazi en la Segunda Guerra Mundial. ¡Cuánta infamia! ¡Cuánta ignominia!

"Yo os autorizo a matar, como a un perro, a cualquiera que se atreva a ejercer coacción ante vosotros: Que si lo hiciereis así, quedaréis exentos de toda responsabilidad". Les decía Queipo de Llano a sus milicias desde Radio Sevilla en agosto de 1936 y que el Juez Garzón reproduce en su auto judicial. Pues bien, 72 años más tarde, un juez de 53 años de edad, quiere declarar que esa autorización y todas las similares que se pudieran conceder por los jefes de la sublevación militar, fueron llamamientos al asesinato y que sus víctimas no fueron víctimas directas de los hechos de guerra, sino de un plan de carácter ideológico, que tenía como objetivo el exterminio de una parte de la población española. Un plan que, al amparo de todo el derecho internacional, tienen la calificación de crímenes contra la humanidad. Se puede estar o no de acuerdo con esta decisión, pero es la de un juez que actúa en el uso de sus facultades jurisdiccionales, que la razona y fundamenta en un auto de 70 páginas. No creo que sea decente descalificarlo personalmente por ello.

OBAMA. PRESIDENTE

Un blanco perfecto

Rafa Zamora Sancho

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Como dice el rancio chiste, es lo que parecerá Barack Obama dentro de la Casa Blanca. ¿Cuánto tiempo dejarán gobernar los señores oscuros a un hombre negro y demócrata? Desde Noviembre de 2004, tengo en baja estima a gran parte de la masa social norteamericana, porque reeligieron al señor Bush por mucho más margen que la anterior vez. Cuatro años tuvieron después del chanchullo electoral para darse cuenta de lo que hizo. ¿Qué hizo Bush en esos 4 primeros años de mandato? Resumiendo: en vez de ejercer de árbitro en el conflicto palestino-israelí (como Clinton, al menos en las fotos), se decantó claramente por el bando judío. Con ello se ganó aún más la enemistad de los países islámicos. Hizo oídos sordos a las amenazas terroristas y todo ello culminó en el 11 S. Con la excusa de perseguir a Bin Laden, destrozó dos países para robarles sus recursos naturales y no consiguió detenerlo; a día de hoy siguen sacando tajada en Irak y Afganistán. Y lo más tronchante, tanto Bush (padre e hijo), Cheney, Rice, Rumsfeld, Wolfowitz..., se siguen forrando con el expolio además de sacar partido a las armas obsoletas que tienen en stock. Son accionistas de la guerra; para estos altos cargos de la administración Bush no existe la crisis, ellos viven muy bien así, el rastro de cadáveres que van dejando les debe de compensar. Es más, si Bin Laden estuviese muerto, harían todo lo posible por resucitarle para seguir con el negocio. Sé que todo esto suena a demagogia barata de un militante rojo, puede ser, pero yo si fuese Barack Obama, no dormiría tranquilo; la petrolera Halliburton y determinadas empresas de armamento se juegan cientos de miles de millones de dólares, un pastel muy grande para que un presidente negro y demócrata vaya y lo chafe. Suerte Barack, espero que no visites demasiado pronto a Malcom X y Luther King.