QUEJA

Caos en Traumatologíadel San Pedro de Alcántara

Antonio Holguín Rodríguez

Correo electrónico

Solo quiero poner de manifiesto mi gran decepción durante la estancia de un familiar en la planta de Traumatología del hospital San Pedro de Alcántara. Confío en que no solo lean esta carta otros usuarios, si no que también algún responsable de Sanidad de la Junta de Extremadura, el director del hospital y el jefe de servicio.

Mi familiar sufrió un accidente de tráfico y fue ingresado en la 6. planta a la espera de ser intervenido quirúrgicamente. El traumatólogo nos comunica que lo operan el lunes a primera hora, con lo cual, los familiares pedimos nuestro día correspondiente para acudir a la intervención, como habitualmente se hace en estos casos. Pero, cuál sería nuestra sorpresa cuando, gracias a una conocida que trabaja en el hospital, nos enteramos la noche antes a la operación que lo han quitado del parte de quirófano sin comunicarle absolutamente nada al paciente.

Al día siguiente, tras hablar con el médico y pedirle una explicación nos comenta que hubo un problema con los quirófanos y que definitivamente se opera a la mañana siguiente. Pero, tampoco lo operan al día siguiente, ni al otro! Cuatro días de incertidumbre sin necesidad! ¡Con lo sencillo que es dar la información a la que tiene derecho el paciente y que, a la vez, le reduce tanto la ansiedad!

Lo que quiero es que sepan que allí somos simples brazos o piernas fracturados, sin que les importe a estos profesionales absolutamente nada más. Y como prueba de ello les comento que mi familiar después de tener estreñimiento comenzó con diarrea y ¡aún después de comentárselo en varias ocasiones, le trajeron un laxante diariamente!

TENER HIJOS

No son lunáticos, no

Gregorio Argüello Zambrano

Almendralejo

mUn lunático es un loco a intervalos, es decir, de forma no continua. La justa rabia, normal en el ser humano ante ciertas situaciones, no implica que uno lo sea. Por ejemplo:

Sé de padres y madres a los que ni se les puede hablar del beneficio del famoso cheque-bebé, pues en su locura amorosa --no transitoria-- engendraron fuera del plazo antojadizo y oportunista que todos conocemos. Solo se muestran como unos lunáticos --en sentido figurado, aunque no peligroso-- al recordarles por qué poco se les escapó la ayudita de marras.

Otro abrió la boca un día, estupefacto al escuchar hablar a ZP de lo bien que tenía dispuestas las ayudas ; y por ahí anda, con la boca abierta. El otro día me dijo no haberse enterado ni de las devoluciones en nómina , ¿eran 200, no?, me dijo, como para suscitarle conversación alguna sobre la famosa inyección económica a los bancos y otras zarandajas.

Los matrimonios que deciden tener más hijos llevan el mote consigo, familia tradicional --menuda herencia-- es lo menos.

Ser responsable en los tiempos que corren implica entender la diferencia entre tener hijos y fabricar niños , entre lo importante y lo superfluo. Y también, por qué no, no formar parte del hatajo de veletas que aceptan cualquier costumbre, o hacen de la clonación de las palabras una gracia, en sentido virtual, porque resulte muy moderno ante una multitud.