PROPUESTA DE IBARRA

La huelga de hambre para la refinería

Víctor Rodríguez

Mérida

Sobre la validez de la herramienta de la huelga de hambre para alcanzar el objetivo propuesto, tenemos dos ejemplos distantes en el tiempo. Uno: El 13 de enero de 1948, Mahatma Gandhi, comenzó una huelga de hambre con el propósito de detener el derramamiento de sangre entre India y Pakistán. Tras 5 días, los líderes de ambas facciones se comprometieron a detener la lucha y Gandhi abandonó la huelga. Otro: El 9 de abril de 2009, el presidente de Bolivia, Evo Morales, inició una huelga de hambre para exigir al Congreso que aprobara la Ley Electoral que regulará las elecciones generales del 6 de diciembre de 2009. Tras cincos día, el Congreso aprobó la Ley Transitoria de Régimen Electoral y Morales abandonó la huelga.

El día 25 de abril, el expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, propuso en serio que se hiciera una huelga de hambre en las dependencias del Ministerio de Medio Ambiente en Madrid, y no salir de allí hasta que conceda la autorización correspondiente al proyecto de Refinería Balboa, que lleva ya seis años en trámites administrativos. Pidió que protagonizaran el encierro los secretarios generales de CCOO y UGT de Extremadura. Al día de hoy no sabemos si aceptarán el órdago, o considerarán que es una pataleta del expresidente, en cuyo caso ya sabe la respuesta ¿una huelga de hambre para qué?

Ibarra sabe de la efectividad política de la huelga de hambre, y lejos de situarse en el terrero de la ocurrencia señala un camino de lucha eficaz, que bien podría servir de guía para quienes consideran lesionados los derechos, sean propios y/o colectivos. Otra cosa es, que se comparta el objetivo que pretende alcanzar.

EL ORIGEN DE LA CRISIS

¿Arriman el hombrotodos los políticos?

Joaquín García Mayo

Correo electrónico

Ante situaciones de emergencias como la que estamos viviendo con la crisis, es cuando los ciudadanos debían medir la verdadera altura de los políticos que nos gobiernan, así como también los que están en la oposición.

Valorar lo que está haciendo el gobierno de Zapatero con los que peor lo están pasando y por otro lado analizar las sugerencia de los sectores de la derecha conservadora partidaria de las políticas neoliberales que nos han llevado a esta situación. Si alguien se cree que para salir de la crisis, la solución es rebajar los impuestos a los ricos y reducir los gastos sociales a los que peor lo están pasando, es que hay en nuestro país mucha más gente de la que pensábamos partidaria del todo vale con tal de ganar dinero.

En momentos como la que estamos atravesando en la que todo el mundo debe arrimar el hombro para sacar cuanto antes a nuestro país de esta situación, en contradicción toda la oposición se pone de acuerdo para retirar el apoyo al Gobierno y aprovecharse de la crisis para intentar sacar algún rédito político de esta situación.

Creo que no hace falta ser ningún experto en economía, para saber quiénes son los responsables que han provocado uno de los mayores descalabros financieros del siglo XX. Tampoco hace falta ser ningún lumbrera en política para saber que las políticas neoliberales de libre comercio, sin ningún control por los poderes públicos, son los responsables del mayor descalabro financiero de toda la historia moderna.

SIN TRABAJO NO HAY SOCIEDAD

El drama del paro

Ana Sánchez Velasco

Correo electrónico

Para las estadísticas no es más que una cifra, más o menos abultada, pero para quienes lo padecen en su propia persona es mucho más que eso. Se trata de una situación que afecta todas las facetas de la vida de la persona; no se trata sólo de recibir o no recibir un dinero (lo cual es imprescindible para seguir viviendo); el trabajo es un elemento constitutivo de la persona, su contribución a la construcción sociedad. ¿Qué sería de una sociedad sin trabajadores? Muchas veces parece que el capital lo es todo, pero éste no existiría si no fuera por el trabajo y el trabajo es el que realizan las personas. Una cifra oficial de más de cuatro millones de personas debería hacernos salir a todos a la calle a gritar que ¡no hay derecho!, que una sociedad no puede subsistir en estas condiciones. ¿Qué hacen los partidos políticos?, ¿qué hacen los sindicatos? Dentro de poco, el 1º de mayo, recordaremos a unos obreros que entregaron su vida por el derecho al trabajo y los derechos de los trabajadores ¿se acuerdan de esto lo sindicatos o se conforman con las subvenciones que les mantienen amordazados? Ya veremos.